FOTO: steemit.com

El gobierno de Estados Unidos se enfrenta a uno de los problemas mas complicados desde el comienzo del mandato de Donald Trump: el crecimiento de los  “grupos de odio”. Estas agrupaciones se enfocan principalmente en el rechazo hacia las comunidades gay, latinos, inmigrantes y confluyen en la idea del la “supremacía blanca”. Gran parte de los analistas culpan al presidente por dejar que estos grupos crezcan. Por qué? Cuál es la relación entre el crecimiento del odio racial, los últimos asesinatos y los tiroteos en escuelas de los Estados Unidos? Puede esto extenderse hacia otras partes del mundo?

El peligroso movimiento de odio que superpone a la raza blanca por sobre cualquier otra y lleva adelante una agenda de discriminación y violencia amenazando la paz en varias comunidades alrededor del mundo, con foco en los Estados Unidos, tiene raíz en la ideología nazi y por supuesto en la figura de Charles Manson. Hoy en día, estos movimientos comienzan a tomar mayor relevancia de la mano de los mas de 3000 “grupos de odio” denunciados por organizaciones de derechos humanos alrededor del mundo y especialmente bajo el “comando” de Atomwaffen Division. Este último es un grupo neo-nazi el cual denuncia a través de sus redes que la “raza blanca” se debe prepara para una guerra contra el “resto del mundo” ya que peligra su extinción. Bajo esta premisa, el movimiento de extrema derecha fomenta muchos de los discursos de “Alt-Right” y por supuesto, de algunos funcionarios del gobierno de Trump, muchas veces, confundiendo a la opinión pública al modificar palabras o declaraciones en los medios. 

La Liga Anti Difamación ha comenzado un extenso reporte sobre esta actividad la cual refleja el fuerte crecimiento de la violencia en contra de las comunidades afroamericanas, judías y latinas en mas de 17 estados dentro de los Estados Unidos. En Europa y Latinoamérica el pronóstico no es alentador, de acuerdo a los numerosos estudios Argentina, Chile, Ecuador, y Uruguay reflejan un considerable aumento en el número de casos de homofobia y xenofobia. Al mismo tiempo, Europa mantiene en alza los mismos parámetros, principalmente debido a la crisis de refugiados que golpea África y el Medio Oriente.

Pero cómo se relaciona esto directamente con los tiroteos devastadores que golpean a los Estados Unidos, así como varios crueles asesinatos ocurridos durante los últimos años? La participación de Atomwaffen en las redes sociales ha comenzado a generar un impacto profundo desde 2015 influyendo en la mente de muchos jóvenes generalmente los cuales se encuentran en posiciones débiles especialmente apelando a recursos psicológicos, similares a los utilizados por ISIS a la hora de reclutar a los famosos “lobos solitarios”. ATD (Atomwaffen Division) se ha adjudicado el ataque del pasado Agosto de 2017 en Charlottesville donde chocaron dos manifestaciones opuestas.

Según los últimos informes, ATD tiene mas de 150 miembros activos y al momento se desconoce cual es el número real de colaboradores y miembros no activos o “en la sombra”. Se identifican utilizando simbología nazi e imágenes relacionadas con la guerra “que prometen dar en el futuro”. 

Este mismo grupo ha sido conectado directamente no solo con con varios de los tiroteos (el FBI ha informado en varias ocasiones el trabajo de esta agrupación al fomentar en las redes este tipo de actos violentos) sino también con asesinatos característicos con la ideología de la “supremacía blanca”. El mas notorio fue el caso de Samuel Woodward, el cual enfrenta la acusación de terminar con la vida de Blaze Bernstein, un jóven de 19 años, judío y miembro de la comunidad gay. El hecho ocurrió el pasado 2 de Enero en Orange County California. Tras apuñalar al jóven Blaze en mas de 15 ocasiones, Woodward enterró el cuerpo en un bosque montañoso para luego ser detenido tras realizar declaraciones confusas para la policía del condado. Al cabo de varios días, varios reportes de las autoridades locales admitieron que Woodward era miembro de ATD y encontraron “material nazi” en el cuarto de su casa. 

Este no es el único caso. En Mayo de 2017 la policía de Tampa arrestó a Devon Arthurs de 18 años el cual asesinó a sus dos compañeros de cuarto de 22 y 18 años. El mismo Arthurs (el cual se había convertido al Islam) alegó en sus declaraciones ser miembro de ATD y encontraron en su computadora planes para atacar una planta nuclear en el sur de Florida.

 

Fuentes de elmediooriente.com accedieron a funcionarios de inteligencia de Chile, Colombia y Argentina los cuales admitieron estar trabajando en conjunto para detener el avance de estos grupos en Latinoamérica ante lo que algunos describen como una “nueva ola de racismo” inspirada en las redes sociales y aquellas herramientas que algunos grupos extremistas explotan para acceder a (principalmente) jóvenes con problemas y psicológicamente sensibles. Este oscuro y triste fenómeno es una amenaza mundial y debe ser enfrentado como una realidad.

ATD ha comenzado a comunicar en los últimos días que inspiró el comportamiento de Nikolas Cruz, autor de la masacre de Parkland donde lamentablemente perdieron la vida 17 seres humanos. El gobierno de Donald Trump no ha dado explicaciones sobre ATD hasta el momento y tanto funcionarios de la Casa Blanca como aquellos que respaldan políticamente al presidente no encuentran modo alguno de evitar enfrentar los cuestionamientos. Los mismos no solo apuntan a la NRA (National Rifle Association) sino también al modo en el que el gobierno de los Estados Unidos actúa para desarticular este tipo de grupos “neo-nazi” los cuales aprovechan las facilidades existentes a la hora de comprar y portar armas en el país. 

Tanto el asesinato de Blaze Bernstein en Orange County como la masacre de Parkland no son llamados de atención. Son tragedias evitables. El crecimiento de grupos reivindicando la ideología nazi, la imagen de Hitler y Charles Mason no es una noticia nueva, es una realidad expuesta y también evitable. Por qué es tan difícil para los gobiernos de las potencias mundiales enfrentar a este tipo de grupos al igual que sucede con células terroristas islámicas establecidas tanto en Europa como por ejemplo también en la Triple Frontera? Es esto dejado de lado ante la importancia que implica el “lobby de las armas” y el dinero que proveen a un determinado grupo de políticos?

Difícil de contestar. Simple de observar. El mundo atraviesa un momento complicado en todos sus aspectos. Guerras, crisis de refugiados, hambruna, carreras armamentísticas, el auge de nuevas dictaduras y el terrorismo. Lo último que se necesita en este cóctel es un problema tan grave como la posibilidad de tener que enfrentar “milicias nazis”. Es hora que la población mundial abra los ojos y comience a actuar. No solo en las urnas. Sino también en las calles y participando activamente en el control ciudadano del comportamiento de los funcionarios públicos, aquellos en los cuales delegamos nuestra libertad, para que ellos mismos nos aseguren un mundo en paz. 

 

 

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